Los temores en los más pequeños de la casa son muy comunes, pero, a menudo, nos preguntamos si son normales y pasarán cuando crezcan. A continuación, te contamos cómo averiguarlo.

 

¿Cuándo debo preocuparme?

 

Imagina a un niño de 7 años que se asusta cada vez que se va a dormir y sus padres le apagan la luz. Cuando le preguntan qué ocurre, él dice que se imagina que hay monstruos en su habitación. Este miedo es el más habitual entre niños de 5 a 8 años. Es una edad en la que su imaginación está muy desarrollada y todavía les cuesta separar la realidad de la ficción.

Ahora piensa que esta misma situación le ocurre a un chico de 15 años. A esta edad es mucho menos habitual ya que las fobias a seres imaginarios suelen disminuir, a la vez que aumentan las preocupaciones sociales o de rendimiento académico. Por eso, debemos tener en cuenta que hay miedos evolutivos que son normales e incluso sanos en determinadas etapas.

En torno a los 3-5 años es muy frecuente temer a animales o a las tormentas. Pero si, por ejemplo, un niño reaccionara a una tormenta llorando desconsoladamente durante horas o quedándose totalmente paralizados, sería una reacción desmesurada. Debemos observar también cuando estos temores son desmesurados y provocan en el niño o en la familia malestar excesivo o interfieren con su vida diaria.

En resumen, el desarrollo de los miedos según el niño crece es normal y varía según la edad. Pero cuando estos perduran mucho en el tiempo, no son propios de la edad o son desmesurados, debemos ayudarles a superarlos.

 

 

 

 

 

Cristina Luque

Psicóloga infanto-juvenil

Experta en Terapias Neurocientíficas

Colaboradora en OWL INSTITUTE. Institut Psicològic