La principal traba que encuentran los profesionales y las familias para intentar promover la lectura en niños con dislexia tiene que ver con el formato de los libros. Los libros dirigidos a aprender la lectura (5-7 años) tienen un formato visualmente claro y atractivo. Pero en cuanto empieza a cobrar relevancia la trama, la historia, el formato de los libros dan un salto de gigante y pasan casi a tener el mismo formato que los libros de adulto. Dejan de tener ilustraciones y la letra es de imprenta, aunque suele ser de un tamaño algo mayor.

Por este motivo, los niños con dificultades en la lectura se encuentran el dilema de escoger entre libros con una trama infantil, que les interesa poco pero con un formato cómodo o libros con un contenido atractivo pero que visualmente requiere un esfuerzo mucho mayor.

Como solución a este problema, hace unos años, se crearon diversas tipografías diseñadas para personas con dislexia. Normalmente las tipografías están diseñadas para que las letras sean lo mas simétricas y parecidas posibles porque estéticamente, a la mayoría, nos parecen más atractivas. En cambio, éstas tienen en cuenta los problemas de rotación de letras (b-d, p-q) y otros problemas de diferenciación, por ello, han añadido cierto peso que hace que cada una de ellas sea diferente.

Tipografía: Dyslexie

 

Pero varios estudios no han encontrado diferencias entre las tipografías diseñadas específicamente para personas con dislexia y otras de uso común. A pesar de ello, los investigadores sí que han encontrado tipografías más adecuadas como: Helvetica, Courier, Arial, Verdana, Computer Modern Unicode. Además, la lectura es mas veloz con Sans Serif o fuentes monoespaciadas y es menor con letra cursiva.

Diferencia entre tipografía monoespaciada y proporcional.

 

Los resultados de los estudios de tipografía nos dejan casi en el mismo punto de partida así que los investigadores ampliaron el foco de sus estudios a otros aspectos del formato de libros. A raíz de ello, algunas organizaciones promueven la edición de libros con el formato “Lectura Fácil” que tienen en cuenta el lenguaje, el contenido y la forma. Ésta no sólo es adecuada para personas con dislexia sino también a personas con diversidad funcional, vejez, incorporación tardía a la lectura, inmigrantes aprendiendo una nueva lengua, etc.

Entre muchos otros factores, destacan que las frases suelen ser más cortas y con una estructura gramatical más simple. Los márgenes son amplios, el espaciado entre líneas es mayor y los textos están en bandera (no justificados) lo que hace que se reduzcan considerablemente los saltos de líneas. Además, hay más imágenes descriptivas que ayudan a contextualizar.

Imagen: http://www.lecturafacil.net/es/info/que-es-la-lectura-facil-lf1/

 

Aunque hay pocas editoriales que apuesten por estos formatos, sí que existe un pequeño catálogo que merece la pena descubrir.

Catálogos:

· Lectura Fácil

· BiblogTecarios

· Léelo fácil

· Clásicos de Lectura Fácil

· Planeta Fácil

· «La Fletxa Negra» de Robert Louis Stevenson (novel·la adaptada a lectura fàcil per Jaume Serra Milà)

 

 

 

 

 

Cristina Luque

Psicóloga

Experta en Terapias Neurocientíficas

Colaboradora en OWL INSTITUTE. Institut Psicològic