LA ASERTIVIDAD: PERFILES NO ASERTIVOS-AGRESIVOS Y CÓMO AFRONTARLOS

7 técnicas de asertividad que van encaminadas a llevar una discusión de forma asertiva.

 

1. Técnica del Disco Roto o Disco Rallado: consiste en repetir el propio punto de vista una y otra vez con tranquilidad, sin entrar en discusiones ni provocaciones que pueda hacer la otra persona.

Ejemplo:

– Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre.

– Tenía que terminar un trabajo y no tenía otro momento.

– Pero es que siempre llegamos tarde a todas partes y estoy harto.

– En este caso, sabes que no podía hacer el trabajo en otro momento.

– Pero es que siempre, por una causa u otra, eres tú quien nos hace llegar tarde.

– Pero esta vez no tuve otro remedio que terminar el trabajo.

 

2. Banco de Niebla: dar la razón a la otra persona en lo que se considera que puede haber de cierto en sus críticas, pero negándose a entrar en discusiones. Así se da aparentemente la razón dejando claro que no se cambiará de postura. Es muy importante controlar el tono de voz.

Ejemplo:

– Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre.

– Sí, es posible que tengas razón.

– Claro, como siempre, tienes otras cosas que hacer antes de quedar.

– Pues sí, casi siempre tengo otras cosas que hacer antes.

– Pues estoy harto de que por tu culpa siempre lleguemos tarde.

– Ya, es verdad, siempre llegamos tarde.

3. Aplazamiento Asertivo: consiste en aplazar la respuesta que vamos a dar a la persona que nos ha criticado hasta que nos sintamos más tranquilos y capaces de responder correctamente.

Ejemplo:

– Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre.

– Mira, es un tema muy polémico entre nosotros. Si te parece, lo dejamos ahora, que tengo trabajo, y hablamos con calma mañana, ¿vale?

 

4. Técnica para procesar el cambio: consiste en desplazar el foco de discusión hacia un análisis de lo que está pasando entre las dos personas. Como mirarse desde fuera.

Ejemplo:

– Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre.

– Pues no sé por qué lo dices. Llegamos tarde porque tú te empeñaste en grabar el partido de fútbol.

– ¡Pero qué cara tienes! Me puse a grabarlo porque vi que todavía te estabas pintando. Además…

– Mira, nos estamos saliendo de la cuestión. Nos vamos a desviar del tema y empezaremos a sacar trapos sucios.

5. Técnica de ignorar: parecida al Aplazamiento Asertivo pero adoptando un tono especialmente amable y comprensivo respetando el enfado de la otra persona.

Ejemplo:

– Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre.

– Me parece que estás muy enfadado, así que es mejor hablar de eso luego.

 

6. Técnica del acuerdo asertivo: parecida al Banco de Niebla pero dejando claro que una cosa es el error y otra es ser mala persona. Separar el hacer del ser.

Ejemplo:

– Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre.

– Tienes razón, llegamos tarde. Pero sabes que normalmente no suelo ser impuntual.

 

7. Técnica de la Pregunta Asertiva: consiste en pensar bien de la persona que nos critica y dar por hecho que su crítica es bienintencionada. Como que de todo se puede aprender, pediremos a la persona que nos dé más información de sus argumentos para así tener claro a que se refiere y que es lo que quiere que cambiemos.

Ejemplo:

– Tú tienes la culpa de que llegáramos tarde, como siempre.

– ¿Qué es exactamente lo que te molesta de mi forma de actuar?

 

 

 

 

 

Ana Farré

Psicóloga y Psicoterapeuta

Experta en Terapias Neurocientíficas

Co-directora de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic

LA ASERTIVIDAD

La asertividad, es una de esas cualidades un poco complejas de desarrollar.

Se trata de ser firmes en nuestras decisiones de tal manera que no lleguemos al punto de la pasividad (es decir, cuando permitimos que otros decidan por nosotros, o pasen por alto nuestras ideas y valores) pero tampoco en el extremo contrario de la agresividad.

Mediante la asertividad, podemos comunicarnos de una forma clara y concisa, haciendo valer lo nuestro ante los demás. Contar con un criterio en la sociedad de hoy es indispensable para lograr lo que queremos.

No existe un líder que no sea asertivo. Generalmente las personas asertivas tienden a tomar decisiones y guiar a otros de manera mucho más sencilla que quienes no cuentan con este rasgo.

Por lo regular, las personas que siguen a líderes, son menos asertivas que ellos. Esto no significa que quienes no son asertivos se equivoquen con sus vidas, ni que quienes lo son tengan el cielo ganado.

Significa que al menos, cuando se tiene una visión clara del mundo y del camino que queremos recorrer, y además contamos con la habilidad de comunicarlo de forma asertiva, el éxito formará parte de nuestras vidas indefectiblemente.

Uno de los valores que promueve la asertividad, es el respeto.

Un ejemplo claro de asertividad es el siguiente: Estás en un restaurante, y pides una comida sin cebolla. El mesero sin embargo, te trae justo la comida que pediste, pero haciendo caso omiso a tu advertencia, y solicitándola al chef con abundante cebolla. Una persona pasiva, aceptaría la comida con gusto, y la consumiría incluso si no es de su agrado. Una persona agresiva (el otro extremo de la asertividad) se enojaría y trataría mal al mesero, al chef y a todo el que esté cerca. Sin embargo, una persona asertiva, no se dejaría llevar, ni por la ira, ni por el criterio de otros. De forma muy educada, le haría saber al mesero que su pedido no fue entregado a satisfacción, y solicitaría lo cambiasen.

Otro ejemplo puede ser el adolescente cuyos amigos lo invitan a una fiesta que no quiere ir y acepta. Lo que ocurre es que carece de asertividad, pues no debería aceptar ir donde no quiere. Ni tampoco, claro, llegar al otro extremo.

Como estos pueden haber montones de ejemplos, lo importante es que captes la idea de que la asertividad, es simplemente una manera de forjar un carácter y personalidad sólidos como roca.

Ser asertivo no es ser maleducado. Hay que tener esto muy en cuenta cada vez que empieces a cuestionar tu asertividad. Si la asertividad que practiques no incluye respeto y tolerancia hacia los demás, no es asertividad. Posiblemente es atrevimiento.

Comunicarse Asertivamente

La comunicación asertiva viene desde nuestra mente subconsciente. En realidad, cuando nos comunicamos asertivamente, estamos dando a entender clara y concretamente nuestro punto de vista y lo que queremos lograr.

Nuestro mensaje transmitido debe poder ser interpretado tal y como queremos que sea interpretado. Generalmente estamos acostumbrados a dar rodeos cuando tememos a la reacción de los demás, a lo que vayan a pensar de nosotros y a si estarán a favor o en nuestra contra.

Ser asertivo significa, decir las cosas como son y sin vergüenza, ni temor a lo que los demás piensen. Una persona homosexual de la cual nadie conozca su condición, no es asertiva. Un homosexual asertivo le diría a la sociedad que lo es, independientemente de cómo esta pudiere juzgarlo.

Derechos asertivos

Considerar las propias necesidades:

Esto es un derecho y una responsabilidad, de lo contrario se corre el riesgo de no ser tomado en cuenta. La persona es quien pone los límites del abuso; cuando se autorespeta, los demás se ven en la necesidad de hacerlo.

Cambiar de opinión:

Todas las personas tienen derecho a cambiar de opinión, es recomendable no hacerlo constantemente, sin embargo las circunstancias pueden variar o el punto de vista al enriquecerse con más información.

Cometer errores:

Existe el derecho de cometer errores como todo ser humano, sin embargo, si no se aprende de los errores y se cometen una y otra vez, los demás tienen derecho a molestarse con tal persona.

Ser tratado con respeto y dignidad:

Nadie tiene derecho a ofender, menospreciar o ridiculizar a una persona aún en el caso de haber cometido errores. Él tiene motivos para estar molestos con ella, no da derecho a faltarle al respeto, pues existen formas de comunicar asertivamente el mensaje.

Rehusar peticiones sin sentirse culpable:

Cada persona tiene sus necesidades y responsabilidades, y no existe la obligación de ceder a las peticiones de los demás. A veces en caso de querer hacerlo los propios compromisos no lo permiten, y no debe haber culpabilidad por rechazar peticiones.

Pedir lo que se quiere:

Todos los seres humanos tienen necesidades y el derecho a pedir lo necesitado, así sea información, ayuda, objetos. No debe confundirse el pedir con el exigir. Debe señalarse las necesidades en forma directa, clara, de buen modo y sin dar lugar a enojos o malos entendidos.

Establecer las propias prioridades y tomar las propias decisiones:

Existe el derecho a tomar decisiones por sí mismo, a valorar lo conveniente para sí mismo, a buscar las oportunidades y estímulos que se quieren.

Calmarse, tomar tiempo y pensar:

Las mejores decisiones se toman con tiempo. Las prisas llevan a tomar decisiones de las cuales es posible arrepentirse. Existen decisiones tan importantes que hay derecho a pedir tiempo para reflexionar.

Obtener calidad:

Tenemos el derecho de recibir lo comprado de calidad.

Satisfacer las propias necesidades:

Esto es más una obligación que un derecho. El mantenerse económicamente, satisfacer la alimentación, arreglo, vestido y transporte. Sin embargo pueden existir acuerdos de cooperación, en el entendido que son obligaciones individuales y derechos que brindan independencia.

Pedir reciprocidad:

Cuando se da, hay derecho a pedir reciprocidad, no a exigir. Pues las personas no están obligadas a corresponder, el pedir a las personas la correspondencia por los sentimientos no hace ser interesado, sino sólo un ser humano que busca las condiciones ideales para relacionarse.

No usar los derechos:

La decisión de hacer uso o no de los derechos es sólo individual. Así como la responsabilidad de asumir las consecuencias de cualquier acto propio.

La privacidad:

Existe el derecho a estar solos, leer, reflexionar, oír música, escribir, o sólo pensar; este tiempo es indispensable para el crecimiento de cualquier ser humano, no se puede desligar de la cultura y el espacio real en el cual se convive.

Sentirse bien consigo mismo:

Todo ser humano debe luchar por sentirse bien, disfrutar los actos, el trabajo, valorar los logros, justificar los errores, así como desear ser mejores.

 

 

 

 

Ana Farré

Psicóloga y Psicoterapeuta

Experta en Terapias Neurocientíficas

Co-directora de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic

PREGUNTAS FRECUENTES EN EL DUELO INFANTIL

1. ¿Es conveniente llevar a los niños al tanatorio?

A partir de los seis años pueden asistir, siempre que nos aseguremos de que entienden los aspectos fundamentales de la muerte, estén acompañados de un adulto que pueda responder a sus dudas, sepan previamente lo que van a ver y podamos evitar que presencien situaciones de gran intensidad emocional.

2. ¿Puede mi hijo traumatizarse al ver a un muerto?

Los niños no son fáciles de traumatizar, pero sí pueden impresionarse si no los hemos avisado antes de lo que van a ver. Si un ser querido padece una enfermedad terminal es conveniente que sean testigos del deterioro físico. Si el fallecido sufrió una muerte traumática, podemos explicárselo, no es necesario que lo vean. Ver al fallecido ayuda al niño a dar sentido a la realidad de la muerte.

3. ¿Qué pasa si no se celebra ninguna despedida?

Siempre es conveniente hacer una despedida. A veces no es posible por el tipo de muerte, la imprevisión de la misma o las circunstancias. En ese caso no pasa nada, podemos recurrir a homenajes privados y despedidas simbólicas.

4. ¿Debo explicarle a mi hijo/a un suicidio o es preferible ocultárselo?

Lo más importante en estas situaciones es la honestidad. Es preferible que se entere por personas cercanas a rumores o terceras personas. Abordarlo les protege del aislamiento de momentos importantes. Debemos aclararles las causas de la muerte y las responsabilidades.

5. ¿Cómo le explico que no conoció a … porque murió antes de que él/ella naciera?

Le explicaremos que el ser querido falleció antes de que él naciera, que formó parte de la familia y es un recuerdo importante. Compartiremos nuestros recuerdos con él/ella, se lo explicaremos gradualmente y responderemos a sus preguntes. Si se va a realizar algún homenaje, le invitaremos.

6. ¿Cómo le explico una incineración?

No equipararemos “incinerar” con “quemar”. Le explicaremos que se incinera el cuerpo que ha dejado de funcionar. La urna que contiene las cenizas se deposita en un lugar especial como homenaje. Si hay creencias religiosas aclararemos que el alma no se incinera.

7. ¿Cómo puedo explicarle a mi hijo las creencias religiosas?

Debemos asegurarnos previamente que tiene claro el concepto de muerte, para no generarle confusión o temor. Adaptaremos las explicaciones a su edad y tendremos en cuenta su pensamiento literal a la hora de usar conceptos abstractos.

8. Mi hijo dice que ve a su abuela fallecida, ¿debo preocuparme?

No debe preocuparnos, son sensaciones normales al inicio del duelo, se pasan con el tiempo. No conviene alarmarse ni sorprenderse, ya que si no, el niño suele repetirlo.

9. El abuelo tiene una enfermedad terminal, ¿llevo a mi hijo al hospital a verle o esperamos a que tenga lugar el fallecimiento para contárselo?

Es preferible que sea testigo del deterioro gradual a que lo vea en el último momento y contemple un cambio físico drástico. Responderemos de manera clara y sincera a sus preguntas.

10. ¿Cuándo debo llevar a un niño a terapia?

Cuando veamos que, debido al duelo, se ha visto interrumpida o dañada seriamente algún área de su vida, ya sea ámbito social, académico, personal o familiar.

11. Quiero hacer un homenaje, ¿qué coses puedo utilizar como idees?

Algunas de las más habituales son: cartas, canciones, dibujos o poesías en memoria del fallecido; un álbum o caja de recuerdos; escribir un diario; visitar sus lugares especiales; una suelta de globos o plantar un árbol en su memoria.

 

 

 

 

Ana Farré

Psicóloga y Psicoterapeuta

Experta en Terapias Neurocientíficas

Co-directora de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic

SAULD FEMENINA EN VERANO. CONSEJOS PRÁCTICOS: LA CISTITIS

En cada estación del año el cuerpo nota y se intenta adaptar al ambiente cambiante. Es especialmente en época de calor, como el verano, que la salud femenina puede sufrir si no ponemos especial atención y cuidado.

Con la presencia de mayor calor los microorganismos internos y externos proliferan a sus anchas desequilibrando nuestra flora vaginal. Son comunes en muchas vulvas y vaginas la cistitis y la candidiasis.

El caso más común de la cistitis supone una infección urinaria que puede provocar dolor al orinar, escozor y sensación de ganas de ir al WC constantemente. Es doloroso y molesto pero tiene solución.

Para prevenir la cistitis:

– Bebe suficiente agua y líquidos sin gas ni cafeína durante el día.

– Orina cada 3 ó máximo 4 horas.

– Incorpora alimentos que ayuden a combatir infecciones: limón, arándano rojo.

– Utiliza ropa interior de algodón.

– Pantalones poco ajustados, que dejen transpirar la zona íntima.

– No te laves con jabón ni toallitas después de las relaciones íntimas. Hacerlo se lleva la flora de tu vagina quedando desprotegida.

Para el tratamiento de la cistitis:

– Tener en cuenta los puntos anteriores “Prevenir la cistitis”.

– Si crees tener los síntomas por primera vez, tranquila es muy habitual, acude a tu médico o a urgencias.

Cuanto antes empieces antes evitarás que avancen los síntomas. El o la médico te recetarán, seguramente, un antibiótico que actúa muy rápidamente, pero no conviene abusar. Si eres propensa sigue las instrucciones de prevención y recomendaciones a final de página

– Toma zumo de arándanos rojos. Suele ser un poco amargo así que lo puedes disolver en agua o mezclar con otros zumos.

– Pastillas de arándano rojo americano. Hoy en día están muy extendidas y puedes encontrarlas en farmacias o herbolarios. Está comprobado científicamente que su componente arrastra las bacterias acumuladas en la vejiga que producen la infección.

¡Disfruta del verano sin dejar de cuidarte! Si tienes dudas escríbenos o déjanos un mensaje más abajo.

 

 

 

 

 

Júlia Beltrán

Psicóloga, Psicomotricista y Sexóloga

Experta en Terapias Neurocientíficas

Colaboradora en OWL INSTITUTE. Institut Psicològic

MIEDO A SER RESPONSABLES

Cuando somos pequeños/as vivimos en una auténtica burbuja, libres de toda clase de responsabilidades. Esta etapa de nuestras vidas, que en la actualidad se está alargando en algunas familias, hace que las personas no asuman un rol de protagonistas.

Estamos generando entre todos/as, a nivel social, una generación de “adultos-niños”, es decir, personas con cuerpos de adultos, pero con mentalidades más infantiles.

Este concepto no es nuevo, ya que expertos como el geriatra Domingo Ruiz, expresan que la juventud se está alargando más allá de los 30 años. Este hecho nos lleva a considerar y a tratar a toda una generación de adultos como si fueran más pequeños/as de lo que realmente son.

Y este trato más infantil a esta generación puede causar en algunas personas miedos, falta de compromiso, falta de responsabilidad, dificultades para planificar su futuro, tendencias pasivas o con una inclinación a la procrastinación.

Obviamente, es un concepto que no atañe a todos los/las jóvenes, pero sí que a nivel global puede existir una tendencia.

Luego tenemos también el síndrome de “Peter Pan”, que el psicólogo Dan Kiley definió como aquel conjunto de rasgos que hacen que una persona no quiera o no pueda dejar su rol como hijo/a (infante) para pasar a ser padre/madre (adulto).

Normalmente son perfiles de personas que están estancados en un estadio de sus vidas y que en muchos casos sienten pánico a abandonar esta fase.

Está bien que mantengamos un lado infantil en nuestras vidas, el problema reside cuando para mantener esta faceta renunciamos a todo lo que conlleva la adultez como serían la asunción de responsabilidades, la gestión de nuestra autonomía, el cuidado de los demás, la falta de implicación a nivel social o comunitario…

Las etapas de la vida nos permiten poder sacar el máximo provecho de cada una de ellas. Cuando nos quedamos estancados/as o cuando no hemos completado un estadio es cuando surgen la gran mayoría de los problemas.

Es por esta razón que hemos de ser conscientes que si tenemos miedo a tomar las riendas de nuestras vidas puede deberse a dos principales causas:

– Porque no disponemos quizás de un entorno lo suficientemente seguro.

– O, por el contrario, hemos vivido en una burbuja de complacencia en todos los sentidos.

La solución consiste en darse cuenta de cuál es el tipo de vida que queremos vivir y realizar un paso valiente para empezar a caminar hacia nuestra libertad.

Libertad y responsabilidad van muy ligadas, y tal como expresaba Erich Fromm en su obra “El miedo a la libertad”. El autor comenta que la libertad positiva es una parte del proceso natural de maduración de un niño/a, de aquí a que tantos jóvenes y adultos estén recluidos en su propio miedo. Un miedo que puede convertirse en una cárcel que en algunos casos puede disponer de todas las comodidades.

Si sientes que ha llegado el momento aprovecha para asumir aquellos aspectos de los que sí podrías hacerte responsable. Progresivamente lograrás superar tus miedos.

 

 

 

 

Oriol Lugo

Psicólogo y Coach

Experto en Terapias Neurocientíficas

Co-director de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic

MINDFULNESS PARA NIÑOS

La práctica de Mindfulness enseña a los/las niños/as habilidades vitales que les ayudan a calmarse y tranquilizarse, a cobrar conciencia de su experiencia interna y externa, y a imprimir una cualidad reflexiva a sus acciones y relaciones. Vivir de ese modo ayuda al niño/a a conectarse consigo mismo (¿qué siento?, ¿qué pienso?, ¿qué veo?), y con los demás (¿qué sienten?, ¿qué piensan?, ¿qué ven?). Así pues, los objetivos principales del Mindfulness son:

– Aprender a prestar atención, viviendo el Aquí y Ahora.

– Desarrollar habilidades personales para cultivar el equilibrio emocional.

– Tomar conciencia de la regulación y gestión de las emociones.

– Darse cuenta de la actitud adoptada ante diferentes experiencias.

Hay muchos/as niños/as que tienen algunos problemas para mantener la atención, para planificar y mantener objetivos. Muchos asocian estos síntomas a rasgos específicos de un Trastorno de Atención (TDA). Pero, primero de todo, es importante detectar si la actividad es motivadora para el niño/a y, si es así, observar si logra estar plenamente concentrado en ella. La motivación es el motor de todos los seres humanos y aún más de los niños/as. En muchas ocasiones, el niño/a no encuentra la motivación en tareas o materias escolares, por lo que viaja a otro mundo más interesante, sus pensamientos. Otras veces, el niño tiene una imaginación desbordante, y hace de una simple suma en clase de matemáticas una gran aventura o misterio. Es importante tener en cuenta las características de cada niño/a y no tender a asociar una consecuencia a una misma causa. I, sobre todo, hacer una buena evaluación i diagnóstico.

Para lograr que estos niños aparentemente “desatentos” o muy imaginativos no tengan grandes problemas a nivel académico, es importante poder entrenarlos en el autocontrol y potenciar la motivación. El niño ha de ser consciente cuándo se encierra en sus pensamientos o imaginación, ser capaz de poder frenarlo y volver al momento presente.

En la actualidad, el tratamiento con técnicas de Mindfulness está siendo una revolución en el mundo clínico y de la educación. Se ha demostrado, por ejemplo, que el entrenamiento en Mindfulness mejora considerablemente el procesamiento atencional (Jha 2007, Semple 2010) y que con la practica regular a largo plazo hay una mejor capacidad de concentración y de inhibición de respuestas automáticas (Van der Hurk et al. 2010).

Con el Mindfulness se entrena a los niños para dotarlos de herramientas de autocontrol y aumentar su capacidad de concentración y atención. Es por ello que se considera que la práctica de Mindfulness puede ser muy beneficiosa para todos, niños/as y, también, para adultos.

 

 

 

 

Ana Farré

Psicóloga y Psicoterapeuta

Experta en Terapias Neurocientíficas

Co-directora de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic

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