Principio de semana, te levantas de la cama y una sensación de cansancio se apodera de ti. Te cuesta vestirte, peinarte y hacer tus rutinas previas a ir a trabajar o a estudiar. Aunque te tomas tu taza de té, café, o bebida matutina, la pesadez sigue estando muy presente. Podríamos decir que estas sensaciones descritas son las que todos podemos sentir siendo un lunes por la mañana. Pero podemos ver algunos rasgos que nos indican de que una persona no está bien cuando hace algunas de estas acciones:

1.- La primera acción que nos puede delatar si alguien no está bien emocionalmente tiene que ver con cómo se relaciona con su espejo. Sí, parece algo banal, pero el espejo tiene una gran importancia en nuestras vidas. Es a través del reflejo donde podemos contemplar como una persona se relaciona consigo misma. ¿Te has fijado que hay personas que les cuesta sostenerse la mirada?. Hay otras que ni tan siquiera se atreven a decirse algo bonito o un comentario positivo sobre su físico o su ser. Y hasta otras que cuando se miran se juzgan y pronuncian comentarios despectivos. Estos son posibles indicadores de la autoestima de la persona.

 

2.- Cómo te relacionas con la gente de tu alrededor. Hay gente que tiene un “mal despertar”. O así es como se describen a ellas mismas. Yo conozco a personas que cuando se levantan no puedes dirigirles la palabra, ya que el hecho de que estén dormidas, puede hacer que se sientan más irritables. Pero, qué ocurre cuando, después de unas horas de estar despierta, esa persona aún sigue con una actitud defensiva e irascible. Aquí podemos tener una señal de que la persona no está del todo bien. Cuando estamos muy estresados a veces acabamos trasladando nuestro malestar hacia los demás. Es algo inconsciente en muchos casos.

 

3.- Una falta de higiene o de cuidado personal, puede ser una marca de que no nos encontramos con un buen estado anímico. Más allá de un concepto de educación o de mínimos sociales (de ducharse, arreglarse, perfumarse…), cuando es un comportamiento extraño en la persona (no apreciado en anterioridad), entonces podemos entrever que esa persona puede estar pasando por un episodio de tristeza. Si encontramos más elementos como una apatía, llantos, falta de interés o motivación por el ocio, alteraciones en el sueño y en la ingesta de alimentos, así como otros rasgos, podríamos sospechar de una posible depresión.

 

4.- Una obsesión con el teléfono móvil: aquellas personas que lo primero y lo último que hacen al levantarse y al acostarse es mirar fijamente la pantalla de su “Smart Phone”. Se dice que a nivel social este comportamiento empieza a ser más reconocido, que no es igual que aceptado (ya que puede verse como una falta de educación, si estás delante de otras personas, como amigos/as y familiares). Aunque, hay límites y fronteras, cuando estas son superadas, quizás nos podrían indicar una adicción en el sujeto. Si la persona siente que es una necesidad y que el hecho de deshacerse por unas horas de su aparato le puede generar ansiedad, entonces estamos frente a una posible problemática.

 

5.- Personas que rechazan todo contacto social. Más allá de que tengas una personalidad tímida, o una forma de ser más reservada. Hay personas que en algunos momentos o etapas pueden estar más recluidas. Son hombres o mujeres que pueden rechazar cualquier plan social. Es importante remarcar cuando es algo elegido o cuando es algo no controlable. Si hablamos de una fobia social, quizás nos refiramos más al segundo caso. Si es porque la persona sufre de tristeza, ansiedad, o por otras problemáticas, nos referiríamos más al primer caso. Lo importante es apreciar si son comportamientos extraños en la persona. Es decir, si nuestro amigo o amiga antes solía salir a cenar, a hacer deporte o a realizar otras actividades de ocio y ahora se encierra en casa sin mantener casi ningún contacto, quizás estemos delante de un posible rasgo de problemas o de cambios en su forma de ser.

 

Si te identificas con algunos de estos elementos o conoces a personas que los están padeciendo, no te preocupes, ocúpate. Hay momentos en los que los amigos y amiga, y/o familiares pueden ayudar, pero también es cierto, que en otros casos es mejor contar con profesionales de la psicología y del mundo terapéutico. ¡No esperes, actúa!

 

 

 

Oriol Lugo

Psicólogo & Coach

Co-director del OWL INSTITUT. INSTITU PSICOLÒGIC