El juego es fundamental para el desarrollo infantil ya que se ha demostrado que incide sobre la estructura y el funcionamiento del cerebro. Cuando un niño juega está poniendo en marcha su creatividad fomentando la aparición y el desarrollo de su imaginación, motricidad y emociones. Con el juego, los niños interactúan y descubren un mundo que aún les tiene secretos guardados.
Jugar con los niños te permite relacionarte con ellos de una forma más cercana, estableciendo un puente entre su mundo y el del adulto. Cuando juegan de forma espontánea, los niños desarrollan capacidades tales como el trabajo en equipo, compartir, solucionar conflictos y autogestionar sus emociones.
En terapia, el juego es importante para socializar, comunicarse con los demás, para que entiendan que vivimos en sociedad y para que observen que hay muchas opiniones diversas respecto a un mismo tema.
Se ha podido comprobar que el juego dentro de la consulta, puede ayudar a sacar a la luz cómo el niño se siente o qué le preocupa. Temas que a menudo cuesta verbalizar pueden aparecer de esta forma.
Por ejemplo, el juego simbólico, aquél que crean los niños de forma espontánea con juguetes como por ejemplo muñecos, nos proporciona mucha información a los terapeutas ya que a través de estos objetos representan la realidad que viven y que a menudo no terminan de comprender y les genera malestar. A partir de ahí podemos ayudarles a entender lo que les pasa, proporcionándole estrategias para gestionarlo y rebajar la activación emocional, facilitando su expresión.
En ese espacio generado en la consulta, todo lo que ocurre mientras se juega (o se realiza alguna manualidad, dibujo, etc.) a es válido y relevante, además, nos permite construir un engranaje con todo aquello que aflora generando una interpretación válida para el niño.
El juego en los trastornos de aprendizaje
Tiene un papel muy importante también para trabajar los trastornos de aprendizaje tales como dislexia, TDAH, etc. ya que promueve la mejora de la memoria, la atención, la concentración, el lenguaje, la motricidad, la toma de decisiones, el cumplimiento de las normas y de respetar los turnos, la tolerancia a la frustración, etc. sin olvidar que es una herramienta con la que trabajan motivados.
Juegos como el Fantasma Blitz de Devir, ayudan al control del impulso y a mejorar la atención ya que el objetivo consiste en que el niño se concentre y elija el objeto adecuado.
Alba Lavandero
Psicóloga General Sanitaria
Colaboradora en OWL INSTITUTE. Institut Psicològic
Fuentes:
Asturizaga, Estefanía, & Unzueta, Carla. (2008). EL ESTATUTO DEL JUEGO EN LA CLÍNICA PSICOANALITICA CON NIÑOS. Ajayu Órgano de Difusión Científica del Departamento de Psicología UCBSP, 6(1), 1-21. Recuperado en 11 de octubre de 2020, de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077- 21612008000100001&lng=es&tlng=es.
CEAC: https://www.ceac.es/blog/la-importancia-del-juego-en-psicologia-infantil
Informe FAROS-HSJdD: https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/dedicar-tiemponinos-jueguen-basico-su-desarrollo
TEA EDICIONES: http://web.teaediciones.com/Como-utilizar-los-juegos-deintervencion-en-la-practica-clinica.aspx