¿Por qué es importante que los niños/as entiendan sus emociones?

Nadie duda de la importancia de que los niños/as aprendan matemáticas, historia, idiomas y todo lo relacionado con el mundo externo. Pero, ¿y qué pasa con su mundo interno? ¿A caso no es clave que lo entiendan y lo aprendan a gestionar también? Las emociones que no hemos podido expresar o entender en nuestra infancia pueden generarnos muchos problemas de adultos, ya que, en general, vamos a revivir estas emociones (en situaciones distintas) hasta que seamos capaces de liberarlas. Cuando aplicamos terapias neurocientíficas para resolver un problema en un adulto, generalmente encontramos su origen en la etapa de la impronta (0-7 años), pues en esta etapa todo lo que vivimos se nos queda grabado a fuego.

 

Pero las emociones… ¿Qué son?

Las emociones no son más que corrientes de energía que pasan por nuestro cuerpo. Si no oponemos resistencia, van a salir tal y como han entrado. Cuando observamos con aceptación una emoción, la energía se va disipando, hasta que desaparece por completo, igual que una nube puede desaparecer en el cielo y dejarlo despejado. Sin embargo, si la negamos, nos resistimos a sentirla o le tenemos miedo, la emoción va a seguir allí, aunque sea de forma latente, igual que una herida seguiría en nuestro cuerpo si la tuviéramos eternamente tapada con una tirita.

 

Cómo NO ayudamos a los niños/as (ni a nadie)

Cuando un niño/a (o cualquier persona) nos viene con una emoción de rabia (o tristeza, o miedo, u otras) y nos cuenta lo que le ha pasado, no deberíamos hacer ninguna de estas siete cosas, ya que no le van a ayudar en absoluto a gestionar su emoción:

  • Negación de sus sentimientos

Tú no odias realmente a tu hermano/a”, “No hay ninguna razón para estar triste/enfadado”, “Dices esto sólo porque estás cansado/a”, “¡No hay para tanto!

  • Respuesta filosófica

Mira, la vida es así. Las cosas no siempre salen como nosotros queremos…

  • Consejo

Yo creo que deberías hacer…

  • Preguntas

«¿Y por qué lo has hecho?«, «¿No te has dado cuenta de lo que podía pasar?»

  • Defensa de la otra persona

Puedo entender por qué actuó así…

  • Pena

«Oh… ¡Pobrecito!«, «Me siento tan mal por ti…»

  • Psicoanálisis de aficionado

«¿No has pensado que la razón real de que estés tan enfadado es porque no le has perdonado por lo que te hizo?»

 

Formas de ayudar a los niños/as

¿Qué podemos hacer para realmente ayudar a nuestros hijos? La palabra clave es “EMPATIA”, es decir, intentar ver el problema desde su punto de vista. Está claro que, como adultos, vemos las cosas muy distintas a cómo las ven ellos, por eso debemos hacer el esfuerzo de ponernos en su lugar.

Cuatro técnicas efectivas para ayudar a los niños/as a hablar de sus emociones y sentirse mejor, son las siguientes:

· Escuchar con atención plena.

· Reconocer sus sentimientos con una palabra: “Oh…”, ”Mmm…” ,”Ya veo…”.

· Poner un nombre a sus sentimientos: “Oh, esto suena muy frustrante”, “Parece que te sientes ansioso”.

· Concederles sus deseos en la imaginación. Ej. “Ojalá tuviera un poder mágico para… (encontrar tu juguete)”.

Una vez hemos hecho una de estas cuatro cosas, es probable que el niño/a esté mucho más calmado, y que incluso haya llegado, por él mismo, a una solución para su problema, o a una conclusión.

Sólo después de esto, si hace falta, podemos dar un consejo o hacer preguntas. Si lo hacemos de entrada, el niño/a se va a bloquear, porque para pensar bien, necesita primero rebajar la emoción.

 

Por último, quiero invitar a una reflexión…

Cuando un niño tiene una herida física, nos ocupamos de sanarle a la mayor brevedad. Pero cuando se trata de una herida emocional, en general no le damos la misma importancia. Sin embargo, os invito a pensar, a partir de ahora, en las heridas emocionales de vuestros hijos/as (o nietos/as, o alumnos…) como si fueran heridas físicas. Nadie le diría a un niño/a herido físicamente que se fuera a estudiar y que no hay para tanto. Sin embargo, se lo podemos decir a un niño/a triste o enfurecido.

Los niños/as necesitan de nuestra ayuda para entender lo que les pasa, para ponerle nombre a lo que les ocurre en su mundo interno. Y una buena gestión del mundo interno es absolutamente clave para vivir una vida sana y feliz.

 

 

 

Anna Soler

Colaboradora de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic
Terapeuta de PNL y Terapias Neurocientíficas
Psicoeducadora de la extraescolar “Descobrint el mon de les Emocions” de Owl Emocions

 

 

Fotografía: www.canva.com