Todos/as tenemos una historia que nos explica el porqué de nuestros resultados o en relación con los acontecimientos que experimentamos. Modificar esta narrativa puede generar grandes cambios en nuestro bienestar. ¿Te atreves a reescribir el guion de tu vida?

En una ocasión a dos hermanos se les preguntó sobre cómo el hecho de haberse criado con un padre alcohólico los había afectado en su futuro.

El primer hermano, era un hombre que había sufrido también de los efectos del alcoholismo y se justificaba diciendo que teniendo un modelo familiar como el que había vivido era inevitable que hubiera seguido los mismos pasos.

El segundo hermano, era una persona sana que se había alejado completamente de la bebida hasta convertirse en abstemio. La respuesta que dio era que con el ejemplo de su progenitor solo le había quedado la opción de renunciar en cualquier clase de bebida que contuviera alcohol.

Puede parecer que la respuesta es la misma, pero la interpretación que hay en el fondo es completamente diferente.

En un caso podríamos decir que la figura del padre ejerce de modelo y en el otro «de antimodelo», o el ejemplo a no seguir. En nuestro día a día son muchas las situaciones donde nos podemos sentir frustrados, abatidos o desmotivados. Es en estos momentos donde tenemos que reconocer esta voz interior y darnos el margen para poder anotar.

Cuando escribimos lo que estamos pensando, estamos ganando conciencia. Una vez analizamos la historia que estamos relatando, entonces podemos escoger si realmente queremos que esto configure nuestra realidad.

Déjame ponerte un ejemplo que seguro que habrás vivido: «cuando en un examen de la escuela no obtienes la nota que querías, ¿qué te decías? No he estudiado bastante o el profesor/a me tiene manía». Está claro que con la primera respuesta la consecuencia era qué te ponías las pilas en la siguiente prueba. Y en el caso de la segunda opción, la consecuencia era que dedicabas tu tiempo y energías a quejarte sobre el tutor/a, pero sin invertir más esfuerzos en los estudios.

No digo que lo que estés viviendo no sea quizás una tragedia o una situación estresante. Simplemente, te invito a darle una segunda lectura. No te cases con la primera historia que aparezca en tu mente. Date el permiso para explorar una segunda o una tercera historia. Quizás dentro de este repertorio narrativo encuentras un hilo argumental mucho más positivo o como mínimo no tanto negativo o limitante.

Porque al final lo que cuenta no es lo que nos pasa en la vida, sino cómo interpretamos las cosas que nos pasan.

 

 

 

 

Dr. Oriol Lugo

Psicólogo y Coach

Co-director de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic