El día de la mujer, tendría que ser cada día. Es el gran problema que tenemos actualmente: que necesitamos días específicos para reivindicar un hecho que está presente cada día del año.

Y, ¿cuál es la solución de la problemática con la cual viven y desgraciadamente conviven millones de mujeres y hombres de este planeta?

La respuesta se encuentra en la educación y, muy concretamente, en un tipo de educación que tiene que ver con las emociones.

Muchos de los problemas con el machismo los encontramos por unas influencias socioculturales donde hay una falta de respeto, una falta de empatía, una falta de conciencia, una falta de autoestima…

Un niño o una niña que crece con unas bases sanas de educación emocional, se convertirá en uno adulto capaz de vivir en equilibrio y en armonía consigo mismo y con su entorno.

Es por esta razón que es necesario que, si realmente queremos hacer un cambio social y cultural, trabajemos con la Inteligencia Emocional.
Si ayudamos a nuestros hijos a poder reconocer sus emociones, a poder expresarlas, a reforzar su autoestima, a estimular su empatía, a gestionar su frustración, a buscar sus fuentes de auto motivación… Se convertirán en seres mucho más satisfechos con sus vidas.

Cuando nos encontramos, por ejemplo, con casos de violencia, sea del tipo que sea, en una gran mayoría de casos hay un trasfondo de falta de aprendizaje y de gestión emocional.

El cambio lo tenemos que plantear desde muy pequeños. Todo el mundo es responsables de educar a las futuras generaciones. Nunca es tarde para cambiar. No hay excusa al decir que siempre ha sido de «x» o «y» manera.
Todos podemos ser ejemplo de cambio para los otros y también podemos ser ejemplo para nosotros mismos.

Es por esta razón que este escrito tiene el propósito de despertarte a la hora de considerar que, cuanto más aprendas sobre tus emociones y las emociones de los otros, mejor te sentirás y también más contribuirás con tu entorno.

Mientras sigan sucediendo injusticias y situaciones en las que no se respeta a una mitad de la población, no podemos quedarnos con los brazos cruzados.

Por este motivo, me reitero diciendo que el día de la mujer tendría que ser cada día. Porque cada día tendríamos que cultivar nuestras emociones. Cada día tendríamos que reforzar nuestra autoestima, la empatía hacia los otros y una mirada amorosa hacia la gente de nuestro alrededor.
Solo conectándonos con aquello que nos hace humanos podremos cambiar las cosas.

Dr. Oriol Lugo Real
Psicólogo y Coach
Experto en Terapias Neurocientíficas
Co-director de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic