Hola JÚLIA BELTRÁN. Cuéntanos un poco sobre ti, ¿qué fue lo que estudiaste y cuál es tu especialización?

Estudié Psicología en la UB (Universitat de Barcelona) y ya durante las prácticas de la carrera entré en el mundo de la infancia con necesidades especiales, concretamente Autismo (aún no había muchos centros por el año 2011). Estuve un tiempo trabajando sobre todo en infancia con autismo. También me especialicé en Sexualidad Humana y Pareja, Asesoramiento y educación en Salud Sexual.

Soy una persona inquieta, en el sentido académico, y no quería perderme nada, así que en pocos años he hecho varias formaciones muy potentes. Mis últimos tesoros han sido la Psicomotricidad y Terapia Psicomotriz así como las Terapias Neurocientíficas. Creo que desde estos dos inmensos campos puedo ofrecer mi ayuda tanto a la infancia como al adulto.

¿Podrías describirte en unas pocas líneas?

Soy una mujer alegre, con sentido del humor, curiosa y en constante movimiento hacia adelante. Prudente y reservada; espiritual y detallista.

En tu tiempo libre, ¿qué te gusta hacer? ¿Cuáles son tus hobbies y aficiones?

No puedo vivir sin música, escribir y viajar. Ese sería el pack básico, además de pasear, el cine y unas buenas risas. Si a todo eso le sumas las personas que amas contigo, ya es el pack completo.

Si tuvieras que recomendarnos un libro, ¿cuál sería?

Primero te preguntaría qué buscas o qué te gustaría porque me parece complicado recomendar cualquier cosa. Uno de los libros con los que he aprendido más estos últimos años es “El arte de amar” de Erich Fromm. También me impactó “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl.

Y si te pidiésemos un libro sobre psicología, adecuado para quienes no somos psicólogos, ¿cuál nos recomendarías?

Hay un libro que se llama “Anécdotas y curiosidades de la Psicología” de Esteban Cañamares que es así en clave de humor donde hablan de casos reales. Para el que quiera entender las raíces de nuestra profesión debería consultar “Introducción a la historia de la Psicología” de Hergenhan. Un mix de los dos puede estar bien.

¿Qué fue lo que te llevó a trabajar en Owl Institute. Institut Psicològic?

Me gustó su filosofía, trato y enfoque con el trabajo sobre Neurociencias y después de pensarlo bastante me lancé a la aventura, y aquí seguimos! Día a día mejorando y creciendo con un gran equipo de compañeros.

Por último, sabemos que esto de ir al psicólogo da un poco de miedo y que se cree que sólo se va cuando se está muy mal, al borde del abismo. Incluso muchos utilizan el término “loco”. ¿Qué les dirias a estas personas para romper con este tópico?

Lo cierto es que en los últimos años se están rompiendo muchos tabús y tópicos entorno a la locura y la Psicología. Aun así es inevitable encontrarnos con ciertas creencias limitantes. Hace poco hizo Terapia en OWL INSTITUTE una persona que confesó “antes creía que esto solo les pasaba a los débiles o cobardes; ahora veo que esto le puede pasar a cualquiera”. Define bastante bien las creencias que nos llevan a tener miedo a lo desconocido, a la mente y su poder, a pedir ayuda a un profesional.

A veces solo nos damos cuenta cuando lo vivimos o lo vemos en seres cercanos. También es importante ser capaces de diferenciar entre la persona y su dificultad. Cuando las etiquetas pasan a un segundo plano somos capaces de entender que quien tenemos delante es realmente a una persona que sufre y puede necesitar ayuda, así como las personas que rodean su vida.