Hola VÍCTOR CARRETERO. Cuéntanos un poco sobre ti, ¿qué fue lo que estudiaste y cuál es tu especialización?

Tratar con personas, entenderlas y saber como poder ayudarlas son los tres pilar principales que me inspiraron a estudiar psicología. Me licencié en la universidad Ramon Llull donde también realicé distintos masters en el ámbito clínico. Desde el principio tenía una idea clara del mundo de la psicología, pero a medida que me adentraba en nuevas áreas de estudio, aumentaba mi curiosidad y mis ganas de aprender y conocer más sobre estos nuevos temas. Ese es el motivo por el cual durante mi trayectoria profesional he recorrido distintos ámbitos de la psicología, por el interés de aprender cada vez más y mejorar como terapeuta. Además del ámbito clínico, también me he especializado en autismo, psicología penitenciaria y psicología de emergencias.

¿Podrías describirte en unas pocas líneas?

Soy una persona muy dinámica, curiosa y sensible. Me gusta crear un ambiente de buen humor y optimismo a todo mi alrededor. Tengo facilidad para motivarme frente a lo que se me presente delante, ya sea un reto o una nueva experiencia.

Desde hace años procuro guiarme siempre por cuatro lemas vitales que me ayudan en mi día a día empezando por aprender de cada persona y experiencia, ser valiente y no tener miedo, ser consecuente conmigo mismo, y por último, no prejuzgar ninguna experiencia o persona. Estas son las cuatro metas principales a las que me esfuerzo en llegar.

En tu tiempo libre, ¿qué te gusta hacer? ¿Cuáles son tus hobbies y aficiones?

El principal combinado de mi tiempo libre seria la naturaleza, el deporte (correr y nadar) y el baile. Son tres de los pilares que más me llenan y me realizan. Pero obviamente no podemos excluir el descubrir otros países y sus distintas culturas. Por último, soy muy aficionado al cine y a jugar al billar, unas actividades que me hacen disfrutar y me completan en muchos aspectos.

Si tuvieras que recomendarnos un libro, ¿cuál sería?

Hay dos libros que recomendaría. El primero es una novela de Lluís Llach llamada Memoria d’uns ulls pintats y el segundo es Como ser Bill Murray de Gabin Edwards.

Y si te pidiésemos un libro sobre psicología, adecuado para quienes no somos psicólogos, ¿cuál nos recomendarías?

Enlazando con la idea de mejorar continuamente recomendaría Súper Cerebro de Deepak Chopra ya que es una buena herramienta inicial para hacer un autodescubrimiento personal a muchos niveles.

¿Qué fue lo que te llevó a trabajar en Owl Institute. Institut Psicològic?

Me cautivó mucho la filosofía que enmarca la búsqueda de la mejora continua y el crecimiento personal. También lograr una solución para cada persona sin anclarse en una sola forma de pensamiento, indagando siempre como progresar y ser crítico con el propio trabajo.

¿Cómo lo definirías en 3 palabras?

Crecimiento, aprendizaje, dedicación.

Por último, sabemos que esto de ir al psicólogo da un poco de miedo y que se cree que sólo se va cuando se está muy mal, al borde del abismo. Incluso muchos utilizan el término “loco”. ¿Qué les dirías a estas personas para romper con este tópico?

Pienso que es irónico que la gente que no se siente bien consigo misma y que se encuentra en situaciones que no puede gestionar correctamente, evite usar este recurso. Aquí si que utilizaría el término de locura.

Opino que el error más común sobre este tema es creer como punto de partida que se necesita estar mal para pedir ayuda. En vez de eso, creo que es mejor pensar que podemos tener un problema cuando observamos que no conseguimos estar bien. Si perdemos el equilibrio, no esperaremos a llegar al suelo para apoyarnos en algo que nos mantenga de pie, sino que nos anticipamos y lidiamos contra aquello que nos puede hacer caer.