Aprovechando que el pasado mes de Octubre fue el mes de la salud mental, conviene visibilizar el sufrimiento que las personas con autismo pueden llegar a padecer.

Según datos de la OMS, un 5% de las personas adultas padecen depresión. En las personas con autismo, el porcentaje es mayor, según datos de la Asociación Americana de Psiquiatría, entre un 2 y un 47% de las personas con autismo han presentado depresión, y entre un 2 y un 54% han presentado trastornos por ansiedad.

Las personas con autismo presentan más riesgo a padecer estos trastornos por las dificultades de adaptación y de ajuste con el entorno. Los problemas con la comunicación, como pedir ayuda, hacer amistades, o redes de contacto, y la tendencia a actuar de forma ritualizada, hacen que las personas con autismo tengan menos recursos a la hora de solventar situaciones complejas, y que se vean superadas por ello.

Ante esto, es importante ofrecer un espacio de apoyo y de seguridad claros para las personas con autismo, haciendo explícitos que pueden buscar ayuda a otra persona cercana o a un profesional.

Los profesionales de la salud mental pueden ofrecer nuevas estrategias o herramientas para ayudar a gestionar la depresión o la ansiedad, como son trabajar las habilidades de comunicación, la relajación, o la aceptación de sí mismo.

 

Adrià Tàpia
Psicólogo General Sanitario
Col·laborador en OWL INSTITUTE. Institut Psicológic