Ahora, con el verano cada vez más cerca, son muchos los que empiezan a hacer planes sobre lo que les gustaría hacer. El verano es una de las estaciones preferidas para mucha gente, sobre todo por los niños/as y por los adolescentes, pero también por los adultos. Hay quien lo asocia a una etapa de alegría, de libertad, de diversión, de aventura… Pero también hay personas que lo viven como un periodo de trabajo intenso, de pasar mucho calor, de tensiones…

Y tú, ¿cómo la vives?

A continuación, te daremos algunos consejos para gestionar mejor tus emociones:

1. Ten presente que, como cualquier estación, el verano tiene elementos positivos y elementos no tan positivos. De ti depende en qué elementos te quieras enfocar. Puedes centrarte en pasar calor o en poder refrescarte, por ejemplo, con un baño en mar o en la piscina.

2. Planifica con antelación. Es un periodo donde los niños y los adolescentes disfrutan de mucho tiempo libre. Si eres padre o madre, no esperes hasta el último momento para apuntarlos a casales o planificar salidas y vacaciones. Si podemos crear un calendario con semanas de antelación, iremos más relajados.

3. Plantéate volver a recuperar los buenos hábitos. Hay mucha gente que decide volver a hacer deporte en este periodo de tiempo. Más allá de la famosa operación biquini, hay personas que buscan el buen tiempo para poder salir a nadar, ir en bicicleta, correr a primeras o últimas horas del día, o jugar a voleibol u otros deportes.

4. También es tiempo de socializar. El calor y el aumento de las horas de luz hace que podamos estar de mejor humor, y esto nos da pie a querer relacionarnos más con amigos/gas y familiares. Aprovecha para invitar a tus conocidos/as, o a salir a tomar unas bebidas refrescantes.

5. Si te toca trabajar durante el verano, trata de marcarte pequeñas recompensas o pequeños momentos de desconexión a lo largo del día. Los mediodías pueden ser momentos ideales para poder descansar. También al atardecer puedes darte un baño en el mar con el agua todavía caliente.

6. Busca tiempo para no hacer nada. Puede parecer una contradicción, pero muchas veces acabamos estresados/as durante el verano porque queremos hacer demasiadas cosas y nos apuntamos a un gran número de actividades. Esto hace que no dejemos espacio para simplemente descansar o estar tranquilos/as.

7. Baila y escucha música. Durante el verano es cuando salen la gran mayoría de nuevas canciones comerciales. El hecho de escuchar música o de mover el esqueleto es una forma de cambiar nuestros estados emocionales y nos ayuda a sentirnos mejor.

8. Lee. Hay mucha gente que aprovecha el verano para retomar libros que no acabó o para empezar nuevas lecturas. Hay quién disfruta de ir a la playa en compañía de un buen libro. Pero en realidad leer no tiene un lugar específico, así que lee donde te sientas más cómodo.

9. Usa protector solar y no te pases con el alcohol. Cuidar de tu salud física es también cuidar de tu salud emocional. Cuerpo y emociones están vinculados, así que no maltrates tu cuerpo.

10. Se feliz. Muchas veces miramos fotografías de los veranos pasados y nos preguntamos cómo éramos de felices en aquellos momentos. Pero, quizás cuando hacíamos aquellas fotografías, no éramos del todo conscientes de nuestra felicidad. En lugar de centrarte en sacar muchas fotos, enfócate en las emociones que estás sentido en ese momento, puesto que la felicidad es un estado del presente.

 

¡Que disfrutáis de cada uno de sus instantes!

 

 

 

 

 

Dr. Oriol Lugo

Co-directo de OWL Institute. Institut Psicològic

Psicólogo y Coach

Experto en Terapias Neurocientíficas