El éxito de la nueva serie de “Netflix” no sólo ha batido récords en visionados sino que está empezando a generar toda una ola de conflictos y problemáticas en los niños.

Para aquellos/as que no ha visto “El Juego del Calamar”, explicar brevemente que es una serie de ficción en la que un conjunto de participantes superan pruebas extraídas de juegos infantiles con el propósito de hacerse con una gran suma de dinero . En caso de perder cualquiera de los desafíos los concursantes acaban siendo asesinados.

El problema no es la violencia que aparece sino el hecho de que los niños/as estén accediendo a este contenido, aunque la propia producción dispone de la clasificación para mayores de 16 años.

Al igual que en anteriores modos o tendencias, el Juego del Calamar acabará pasando, pero sí que nos sirve de ejemplo para poder repasar ciertas pautas a la hora de prevenir conflictos presentes y futuros.

A continuación, facilitamos diez indicaciones básicas que seguro ayudarán a las familias:

1.- El primer punto trata de que los propios padres y madres respeten las franjas de edad recomendables. En el caso del juego del calamar como hemos dicho, es a partir de 16 años. Estos límites están establecidos por expertos/as para proteger a los propios consumidores/as.

2.- En caso de que nuestros hijos/as hayan accedido ya al contenido o a una versión edulcorada, es relevante seguir firmes con la idea de no ceder a la hora de que puedan ver contenidos que se encuentren fuera de su rango de edad.

3.- Es relevante que haya un control parental de lo que nuestros hijos/as visionan. Ya sea con aplicaciones que restrinjan el acceso a ciertas plataformas o webs, así como un sistema que permitan a los cuidadores realizar un seguimiento de todo lo que ven los niños.

4.- En caso de convivir con adolescentes que sí tengan los 16 años y que hayan visto la serie, se recomienda hacer un pacto con ellos/as para no hablar de estos temas ante los hermanos/as más pequeños. Los hermanos/as mayores son referentes para los más pequeños.

5.- Se recomienda que con hijos/as adolescentes (mayores de 16 años) se puedan establecer espacios aparte para poder debatir e intercambiar opiniones sobre el trasfondo de la serie. El Juego del Calamar no deja de ser una crítica feroz al sistema hipercompetitivo que impera en Corea del Sur y en otros países.

6.- Como familias debemos tener presente que la violencia es un elemento que, aunque no comporte una respuesta inmediata en los niños sí puede convertirse en algo acumulativo. Es decir, que vean unos dibujos animados, jueguen a videojuegos o visionen películas donde aparezca violencia a la larga puede ser un estímulo negativo para su desarrollo.

7.- Si nuestros hijos/as nos preguntan sobre la serie podemos hablar con ellos/as en un lenguaje que se adapte a su edad emocional, pero teniendo muy claro que no ver la serie es algo que les protege. Es importante razonar el porqué de evitar que accedan a ese contenido.

8.- Si este “Halloween” nos piden disfrazarnos del Juego del Calamar, la respuesta sería facilitar alternativas diversas argumentando que es una ficción que está relacionada con la violencia, y que por lo tanto a nivel familiar la educación en el hogar está fundamentada en torno a los valores de la paz, armonía y la solidaridad (por poner unos ejemplos).

9.- La reunión de las familias en entornos de debate es una muy buena propuesta para poner de acuerdo a todo el conjunto de padres y madres y además ayuda a que haya una sintonía entre las directrices y los límites a nivel de toda la escuela.

10.- El último punto lo dedicamos a la idea de pedir ayuda en caso de que detectemos conductas de violencia. Son elementos que nos pueden dar pistas sobre algo que sería interesante trabajar. La prevención es siempre la mejor forma de poder frenar o evitar cualquier situación o comportamiento que pueda acabar en conflicto.

Esperamos que a partir de estas pautas podamos entre todos/as reconducir toda esta situación que estamos viviendo.

Dr. Oriol Lugo
Co-director de Owl Institute. Institut Psicològic
Psicólogo y Coach
Experto en Terapias Neurocientíficas