Hay una antigua fábula que dice que en una ocasión, una serpiente que reptaba cerca de una obra de construcción, se topó con una sierra. Al tocar la serpiente la sierra, la primera se sintió amenazada. Percibió que había algo que podía ser un peligro para ella. Entonces trató de morderla. Al notar la dureza del metal, la serpiente intuyó que sus colmillos no podían causarle ningún mal. Entonces optó por enrollarse a su alrededor.

– ¡Ahora sí que tenía todas las de ganar! – pensaba el animal.

A medida que se fue enrollando notó como las puntas de la sierra se iban clavando en su cuerpo. Aun así, el animal seguía estrechando el objeto con la intención de asfixiarlo.

Llegó un punto en el que la serpiente estaba sangrando, pero interiormente pensaba que ya faltaba poco para poder acabar con aquel peligro.

Finalmente la serpiente acabó muriendo fruto de los cortes que ella misma se había provocado.

La moraleja de la historia es la siguiente:

¿A qué cosas, situaciones o personas nos aferramos en la vida?

¿Cuántas de ellas nos hacen más mal que no bien?

¿Hay algún beneficio en la venganza?

Son reflexiones que nos cuestan de hacer, puesto que al igual que la serpiente, nos sentimos amenazados/das o en peligro. Es por eso que perdemos de vista la situación real.

A veces es mucho mejor pasar de largo. No somos ni mejor ni peores para renunciar a los conflictos. Puede ser que simplemente no tengamos ganas de luchar o de batallar.

También es importante distinguir cuáles son las situaciones en las que merece la pena poder poner límites y hacernos valer, de aquellas que simplemente es mejor dejarlas pasar.

Si la serpiente hubiera simplemente dejado estar la sierra, muy probablemente, todavía seguiría viva. Pero si os fijáis, hubo diferentes puntos o momentos donde tuvo la ocasión de desistir. Cuando la mordió podría haber decidido no seguir atacando. O en el momento de enrollarse y notar las puntas afiladas.

En la vida también tenemos situaciones que nos indican que vale más desistir y evitar ciertos conflictos.

Dr. Oriol Lugo
Co-director de Owl Institute. Institut Psicològic
Psicólogo y Coach
Experto en Terapias Neurocientíficas