¿A quién le gustaría poder sentir su mente en paz?

Más allá de la imagen de un monje budista levitando, con su mente totalmente en blanco, podemos encontrar alternativas.

Se calcula que en nuestro día a día pueden cruzar por nuestra mente entre 60.000 y 80.000 pensamientos. Es una gran cantidad si añadimos el creciente número de estímulos a los que nos vemos sometidos con el uso (o abuso) de las nuevas tecnologías.

Entonces, ¿cómo logramos sentir que nuestra mente está en paz?

En primer lugar, debemos desmontar la creencia de dejar la mente en blanco. No es cuestión de que nos quedemos sin pensamiento alguno, sino que podamos obtener una mejor gestión de nuestros pensamientos, y a la vez de nuestras emociones, sensaciones corporales…

Esto no se logra de la noche a la mañana, pero sí que podemos disfrutar del proceso de entrenar nuestra mente y de conocernos mejor. Este tipo de metas se pueden lograr por muchas vías, y es que no sólo un camino llega a Roma.

Podemos tomar en consideración las Neurociencias que son las ciencias que estudian el cerebro, el sistema nervioso, su funcionamiento y su relación con las funciones cognitivas y las respuestas corporales y emocionales (como una definición básica).

Según la Neurociencia la clave está en nuestro cerebro. Después de estudiar que pasa en nuestra cabeza cuando nos sentimos relajados/as, en paz, en calma, se ha podido descubrir que áreas juegan un papel importante.

La respuesta la encontramos en las zonas límbicas (área donde están las amígdalas, encargada de la regulación emocional). A través de las técnicas de neuroimagen, se ha descubierto que zonas se activan concretamente cuando nos encontramos en estados de tristeza, ansiedad, rabia, tranquilidad o felicidad, por poner algunos ejemplos. Estas imágenes nos han permitido conocer más acerca de nuestro funcionamiento y a la vez como podemos llevar todo este saber a una práctica avanzada en el campo de la psicoterapia.

Por ejemplo, se ha descubierto que las personas que están pasando por estados depresivos presentan interrupciones en sus conexiones neuronales (Estudios de la Universidad de Illinois). De aquí a los problemas de procesamiento, de gestión emocional, de establecer pautas o rutinas para poder también mantener estados de actividad o de trabajo…

El conocer más sobre nuestro cerebro nos permite poder adaptar todo este saber a una práctica mucho más consciente de la psicoterapia en beneficio de la salud de las persones.

De esta manera todos los procesos que ayuden a una liberación emocional, ya sea con un trabajo con psicoterapia convencional o también haciendo uso de técnicas y metodologías que permiten una mayor interconectividad de las distintas regiones cerebrales, así como también una integración de los hemisferios cerebrales (hemisferio derecho y hemisferio izquierdo) pueden ser de utilidad para los/las pacientes.

Algunas de estas nuevas técnicas con bases neurobiológicas están en estudio y cada vez van a ir a más. Es decir, una psicoterapia que va de la mano de las Neurociencias podrá recoger todos sus beneficios. Los profesionales de la salud van a saber mejor cuales son los efectos de cada técnica o proceso, así como el mantenimiento de estos resultados tan positivos.

Nuestra salud está cada vez en mejores manos ya que se están uniendo áreas de conocimiento y de estudio que nos permiten abarcar un mayor abanico de opciones de trabajo. Cada vez más profesionales van a estar adaptando los últimos conocimientos en Neurociencias en su profesión.

 

 

 

 

 

Ana Farré y Oriol Lugo

Co-directores de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic

Psicólogos

Expertos en Terapias Neurocientíficas