¿Os ha pasado alguna vez, que queréis cambiar una situación ajena a vuestra capacidad de maniobra? ¿Os ha pasado que queréis cambiar a una persona?
A mí sí me ha pasado, y sé que es muy frustrante.
Te gustaría que las cosas fueran diferentes. Te gustaría poder meterte en el cerebro de otra persona y manipularlo a tu gusto para que se diera cuenta de que debe cambiar. Te gustaría que, por fin, se comportara como tú crees que debería comportarse. Te encantaría que dejara de hacer ciertas cosas y empezara a hacer otras. Qué bonito sería el mundo si pudieras cambiar todo lo que quisieras (personas y situaciones) para que se adecuasen a tus deseos, ¿no?
Sería un mundo en el que no tendrías ningún problema ni enfrentamiento. A la que alguien te dijera algo fuera de tono, le tocarías con tu varita mágica y se comportaría como tú crees que debería comportarse.
Suena bien, ¿verdad?
Siento decir que, aparte de que podría resultar un mundo muy aburrido, es imposible.
Pero no te desanimes, porque hay un truco que sirve para que, aunque no tengas esta varita mágica, puedas vivir bastante tranquilo en este mundo (sí, aunque esté lleno de personas que NO se comportan como tú crees que deberían). El truco consiste en MIRAR DENTRO y dejar de MIRAR FUERA. Mirar dentro quiere decir mirar dentro de TI: lo que sientes, lo que deseas, lo que crees que te falta.
Cuando centras tu atención en tu interior, PUEDES CAMBIAR. Y es mucho más fácil cambiarse a uno mismo que cambiar a otro.
Pondré un ejemplo para que quede más claro:
Imagina que tu jefa siempre te habla con desdén y con aires de superioridad. Tú piensas que es irrespetuosa y una mala persona. Cuando hablas con ella, te sientes inferior e incluso con miedo. Le comentas a tus compañeros lo mal que te trata y lo terrible que es. La criticas a sus espaldas siempre que tienes ocasión, porque realmente te afecta su comportamiento.
Pregunta: ¿Crees que servirá de algo que te sigas desahogando con los compañeros de oficina? ¿Crees que es sostenible esta situación a largo plazo? Yo pienso que, no sólo NO va a cambiar tu jefa ni tu situación, sino que, además, te vas a volver un pesado quejica que amargará la hora del almuerzo al resto de compañeros.
Sí, pueden sonar duras estas palabras, pero es lo que pienso.
Ahora bien, ¿qué podrías hacer para resolver esta situación?
Podrías preguntarte de dónde viene tu sensación de inferioridad, podrías fijarte en tus sensaciones y emociones profundas cuando te enfrentas a tu jefa. Podrías escribir sobre la situación, dejarte ir y sacar todas las emociones. Podrías descubrir, entonces, que ya te has encontrado antes con personas que te tratan así (quizás algún profesor en la escuela, quizás tu madre…) y entonces descubres “un patrón”. Este patrón que se repite una y otra vez en tu vida, para que aprendas algo. ¿Y qué tienes que aprender? En este caso, deberías aprender a valorarte, a NO sentirte inferior a nadie, a poner límites y a hacerte respetar.
Cuando miras dentro, aparecen las revelaciones. Cuando miras dentro, ves que TU puedes cambiar tu manera de pensar y tu actitud. Cuando miras dentro, te liberas. Y entonces, la situación cambia. Experimentarás lo que decía Marcel Proust: “Nada ha cambiado. Sólo yo he cambiado, por lo tanto, todo ha cambiado”.
Fotografía: https://www.instagram.com/p/BfG5L4VBi9I/?taken-by=annasoler
Autora: Anna Soler
Terapeuta de PNL y terapias neurocientíficas en Owl Institute
Educadora de la extraescolar “Descobrint el mon de les Emocions” de Owl Emocions.