Es tradición despedirse del año vivido y dar la bienvenida al nuevo año. Lo habitual es hacer un listado de los nuevos propósitos y deseos. El mensaje/consejo del día es que no los hagas.
Sí, has leído bien. No hagas más propósitos de año nuevo.
Y te preguntarás, ¿por qué te decimos esto? Pues bien, es sencillo. Reflexiona, ¿qué les ocurre a los propósitos? Que no se cumple. No funcionan. No sirven. Son pura apariencia.
En vez de crear una larga lista de propósitos, define bien qué tipo de persona te gustaría ser. Esto hará que te motives más. El hecho de vernos como una mejor persona es mucho más retador y a la vez estimulante. Si conectas con una imagen vívida será ideal.
A partir de aquí plantéate mini-hábitos, o también llamados pasitos de bebé. No digas «haré deporte cada día» o «me apuntaré al gimnasio«. Dite a ti mismo/a que vas a ser una persona sana y deportista y haz 5, 10, 15 minutos al día de deporte y ejercicio físico.
Con esto, poco a poco irás incrementando más estos estándares.
¿Cuál va a ser el resultado? Vas a mejorar como persona y no vas a caer en la frustración del largo listado de propósitos que siempre se quedan sin cumplir.
Dar pasitos de bebé fáciles y sencillos.
Recuerda, mejor poco y constante que mucho y puntual.