«Un caso sobre cómo las creencias, el pasado y un atentado pueden llegar a bloquear nuestras vidas.»

 

Después de los atentados de Barcelona en agosto de 2017, la vida cambió para mucha gente. Pilar (nombre ficticio) llegó a nuestro centro medio ahogada por las lágrimas. No sabía qué le sucedía desde los atentados, que había vivido muy de cerca. Sentía presión en el pecho, náuseas sin vómito y llanto constante. El vaso de su vida se había llenado con aquel último incidente. El miedo a morir y dejar solos a sus seres queridos la había terminado de bloquear.

Se consideraba a ella misma como una mujer fuerte, optimista, que siempre había superado las cosas y por eso no entendía cómo podía estar así. Y así es como la bauticé, como “Pilar” desde el momento que dijo: “Cómo estar mal si soy el Pilar”, en este caso de su familia.

Llevaba años arrastrando su historia de vida: una infancia marcada por la muerte temprana de su padre y un hermano con un trastorno mental grave; diversos intentos de suicidios de familiares más o menos cercanos; con una fuerte presencia de depresión a su alrededor. A través de las Terapias Neurocientíficas pudimos sacar a la luz la red de recuerdos dolorosos que la seguían perturbando aunque ella los creía superados. Las ganas de salir adelante, lo luchadora que era (y es) la ayudaron en este camino corto e intenso en pocas sesiones.

Sus creencias la estaban limitando. Ella era el pilar (uno demasiado pesado) de su familia ante todo lo que les pasara y no se podía dar permiso para descansar, decir que no o mostrarse débil; fallar a los demás, a sus ojos.

A lo largo de proceso pudo liberar el malestar corporal-emocional de su pasado, perdonando, aceptando y entendiendo; delegando responsabilidades que la ahogaban y siendo sincera con sus familiares. Reconocer que necesitaba un descanso para vaciar y darse permiso para sentir la pena, rabia, enfado y miedo. Darle sentido a sus emociones y resurgir como una nueva Pilar, una que se cuidara y se dejara cuidar más; que pudiera poner el freno, pedir ayuda y decir “no” si no lo sentía y sin sentirse culpable. Con una lista sobre sus capacidades y recursos.

Por último trabajamos sus miedos sobre el futuro también con las Terapias Neurocientíficas y el protocolo de Owl Theraphy. Miedo a recaer, a que alguno de sus familiares les pasara algo e incluso a perder su trabajo. Ella fue capaz de encontrar solución y consuelo a si algo de esto sucediera en un futuro. El golpe no sería tan duro pudiendo afrontarlo con sus propios recursos.

Antes Pilar creía que estas cosas (de la mente) les pasaban a las personas débiles y cobardes. Ahora dice que sabe que le puede pasar a cualquiera. Me veo en la alegría de rebautizarla por última vez: Gracias Luz.

 

 

Júlia Beltrán

Colaboradora de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic

Psicóloga y Psicomotricista

Experta en Terapias Neurocientíficas