En una ocasión, trabajando con un joven que tenía dificultades con sus relaciones sociales, le pregunté: ¿sabes cuál es la diferencia entre estar solo y sentirse solo?

Su respuesta me dejó asombrado. Lo explicó tan bien que voy a compartirlo con todos/as vosotros/as.

Me respondió: “Sí, cuando estoy con mis compañeros/ as de clase, en muchas ocasiones, me siento solo”.

Y luego añadió: “Por otro lado, a veces cuando estoy solo en mi habitación, no me siento solo”.

¿Te ha ocurrido alguna vez estar rodeado/a de gente, pero a la vez tener un sentimiento en tu interior de apatía, frustración, tristeza o desmotivación? ¿Estar en un evento social pero no estar cómodo/a o con ganas de irte? ¿O te has encontrado alguna vez en tu hogar con ganas de relacionarte, pero por las circunstancias, no poder/ querer quedar con nadie?

Esto es más frecuente de lo que uno se puede imaginar. Vivimos en un nuevo siglo de hiperconectividad. Podemos tener mil amigos en el Facebook, quinientos seguidores en Instagram o en Twitter, pero no tener a nadie con quien hacer un café o charlar de nuestros problemas.

Los expertos/as nos advierten que la enfermedad que nos va a perjudicar más en nuestra era es la SOLEDAD.

Pero no todo son problemas, también hay soluciones.

En primer lugar, debes preguntarte: ¿Cómo me siento? ¿Qué es lo que hace que me sienta solo?

Como hemos visto no es lo mismo estar solo que sentirse solo. Creo que lo que más malestar genera a una persona es el sentimiento de soledad, cuando realmente, esta persona le gustaría estar acompañado y no puede. Por eso, es tan importante el hecho de conectar con uno mismo/a y reconocer las emociones.

Una vez te has dado cuenta de cuáles son tus emociones: tristeza, soledad, frustración apatía… El siguiente paso es poder expresarlas, ya sea en una libreta, con un dibujo, con un audio de voz… Lo que mejor te funcione, pero debes manifestar estas emociones. Esto te ayudará a poder sentirte un poco mejor y a ordenar tus pensamientos y emociones.

Luego, sería importante explorar tus pensamientos: ¿Qué hace que te sientas solo/a? ¿Por qué piensas que te sientes solo/a?

Aquí muchas veces podemos descubrir creencias auto limitantes como: no le caigo bien a la gente, no soy bueno/a haciendo amistades, no estoy animado/a para llamar a nadie…

Sea lo que sea lo que te digas, justamente son estos diálogos internos los que hacen que te sientas así. También puede ser que lleves una mochila cargada con experiencias negativas del pasado. Pero lo importante es tener en cuenta que tu pasado no debe determinar tu futuro.

El siguiente paso, sería decidir cuáles son las emociones y los pensamientos que te gustaría tener. Por ejemplo, me gustaría poder sentirme animado/a, acompañado/a, pensar que puedo relacionarme con los demás. Este punto es crítico, ya que aquello en lo que te enfocas se expande. Si tú quieres centrarte en tus limitaciones estás crecerán. Si tú quieres centrarte en que pues cambiar, cada vez verás más oportunidades para hacerlo. Para ello puedes poner estos nuevos pensamientos o estas nuevas ideas por escrito como una forma de tomar consciencia y compromiso.

Y finalmente, nos falta pasar a la acción: decidir hacer las cosas de una forma diferente. Si siempre haces lo mismo obtendrás los mismos resultados. Para ello puedes plantearte algunos nuevos comportamientos como: cambiar de amistades, conocer nuevas personas, recuperar viejas amistades, quedar con conocidos/as con los que nunca llegaste a profundizar, plantearte nuevos hobbies o aficiones, apuntare a webs de contactos, ir a eventos sociales o a actos que organicen asociaciones….

 

Lo que quieres está a tu alcance, sólo tienes que empezar a darte el permiso para cambiar.

 

 

 

Oriol Lugo

Psicólogo y Coach

Co-Director de OWL INSTITUTE. Institut Psicològic